Ayer domingo 1 de junio se llevó a cabo una jornada electoral sin precedentes en la historia democrática de México en el que por voto directo se eligió a juezas, jueces, magistradas, magistrados, ministras y ministros que integrarán las principales instancias del Poder Judicial.
Empero las cosas no salieron bien para el gobierno izquierdista de Morena; La elección de jueces es la segunda con menor participación ciudadana en comicios federales celebrados en México desde 1994 a la fecha.
Esto quiere decir que solo superó en participación a la consulta popular de 2021, cuando hubo una participación de 7.11% de los ciudadanos en condiciones de votar.
Incluso está por debajo del resultado de la consulta de revocación de mandato celebrada en 2022, que reportó una participación de 17.77%.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, emitió un mensaje en redes sociales en el que calificó la elección judicial de este domingo como “todo un éxito” y en el que “libremente millones de mexicanos votaron por las y los nuevos guardianes de la justicia”.
El desperdicio de dinero en paquetes y de boletas no utilizadas que irán a la basura es multimillonario. Más del 85 por ciento de la población mexicana no le interesó ir a votar.
“No debemos olvidar que el actual Poder Judicial que algunos defienden ha sido responsable de favorecer a miembros de la delincuencia organizada y liberado millones de pesos de la delincuencia de cuello blanco… La mitad del Poder Judicial, dicho por su propia presidenta, llegó a sus puestos por nepotismo”, justificó Sheinbaum.
Compra de votos, coacción, distribución masiva de acordeones, entre otras marrullerías envolvieron la elección, considerada ya un fracaso por sus pobres resultados.
