Por defender la vida desde la concepción, el Supremo Tribunal Federal de Brasil mantiene en la cárcel a la reconocida activista Sara Winter, quien ya cumple junto a su pequeño hijo, un año de haber sido detenida sin delito cometido alguno, apesar de que la propia Policía Federal envió a finales del año pasado al máximo tribunal del país sudamericano un documento en donde le notifica que no existe la comisión de delito y por énde, ella tendría que ser liberada.
Winter quien el año pasado visitó el estado de Chihuahua y ofreció una emotiva conferencia a favor de la vida en el Club de Leones de esta capital, denunció graves violaciones a derechos humanos hacía su persona, donde incluso el máximo tribunal federal -quien se supone debería ser el garante de la justicia- le quitó todas sus redes sociales y la mantiene incomunicada como una delincuente, sin proceso, sin delito, sin juicio y sin sentencia.
El pasado miércoles 2 de junio, la activista envió un mensaje a través de redes sociales de familiares y amigos mediante la plataforma de Whatsapp, en donde denunció que la misma situación la viven otras 26 personas que están a favor de la vida y han luchado por defenderla en aquel país, donde el Supremo Tribunal se ha convertido en el órgano de justicia de mayor represión social en contra de la gente de bien.
Sara Winter mencionó, «Hoy es 2 de junio y el año pasado en todos los países sudamericanos autorizaron el aborto en medio de la pandemia, las políticas estaban matando a la gente en Brasil, la gente moría de hambre no de coronavirus.
Entonces yo decidí organizar un campamento en donde podría la gente ir a la capital Brasilia y manifestarse en contra de la Suprema Corte. Todo lo que hice fue pacífico y democrático, nunca hubo violencia ni afectación del patrimonio público, la gran mayoría de las personas eran mayores de 60 años.
Era súper pacífico nuestra movilización que duró unos 40 días y asistieron alrededor de 40 mil personas, fue el campamento mas grande de Latinoamérica. En un momento pensamos que la Suprema Corte iba desistir, porque el apoyo popular era muy grande en contra del aborto, Jair Bolsonaro (presidente) en algun tiempo iba y nos mandaba diputados, nos invitaba a su palacio, pero después se alejó.
El 27 de mayo del año pasado la Policía federal irrumpio a mí casa y se llevaron computadoras, celulares, todos los equipos; al igual que a 26 apoyadores, periodistas, youtubers, dueños de tiendas que apoyaban a Bolsonaro.
El 15 de junio se va cumplir un año donde la Corte ordenó mí prisión, vino a mí casa a la Policía Federal y me llevaron , me dejaron diez días en la cárcel (rompe en llanto), se va cumplir un año, yo actualmente soy la persona que tiene más tiempo una tobillera electrónica en mi país, cualquier otro delincuente no se queda más de 90 días con ella, yo tengo un año.
Yo no puedo salir ni para consultas médicas, recientemente me salio una bolita que no he podido ir a atenderme, todos los derechos humanos han sido violados hacía mi persona.
Somos nueve presos actualmente encarcelados en casa, gente de bien que no hemos cometido delitos.
Aún cuando en Diciembre le dicen a la Corte la policía que ya investigaron y no hay elementos que puedan garantizar mi prisión, la Corte me mantiene aquí.
La Suprema Corte y Bolsonaro hicieron acuerdos según parece, hubo una amenaza al hijo de Bolsonaro que es una persona corrupta y fue así que a él lo dejaron ir, pero no habla de nosotros aunque mucha gente se lo pide.
Bolsonaro me tiró a la basura así como a los otros periodistas, entre ellos mi mejor amigo Oswaldo Eustaquio, lo golpearon los policías por orden de la Suprema Corte de Justicia y está parapléjico.
Esto es una dictadura y no encuentro la forma de como salir de aquí.
La Suprema Corte ordenó quitarme las redes sociales, no tengo Facebook, Twitter, Instagram, yo no tengo por donde dar mis clases o cursos. La Corte también ordenó contra mí un juicio por llamar a la principal mujer femenista que impulsa el aborto en mi país, abortista y por eso me han congelado mis cuentas de banco, me han dejado sin dinero, esto es una dictadura que toda la gente debe saber sucede en mi país, pido la ayuda de todos y sus oraciones», señaló Sara Winter
Con información de HBMNoticias.com
