En un movimiento sorpresivo y coordinado, 120 internos del Cereso número 3 de Ciudad Juárez fueron reubicados anoche a otros penales del estado.
La medida, que busca contener la escalada de violencia y restablecer la calma dentro del sistema penitenciario de Chihuahua, fue ejecutada sin incidentes, según informaron las autoridades.
El operativo, que comenzó puntualmente a las 10:00 de la noche del domingo, fue liderado por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE).
Elementos de diversas corporaciones de seguridad participaron en la custodia de los traslados, utilizando camiones especiales para garantizar la seguridad de la operación.
Gilberto Loya, titular de la SSPE, confirmó esta mañana en conferencia de prensa que todo se llevó a cabo sin contratiempos.
De los reos trasladados, 90 fueron enviados al Cereso N° 1, mientras que los 30 restantes encontraron su nuevo destino en el Cereso N° 4.
Esta distribución estratégica busca precisamente «conservar la gobernabilidad en los centros de detención», como detalló Loya Chávez.
El secretario explicó que esta acción es una respuesta directa a una serie de riñas internas que se han registrado en las últimas semanas dentro del penal juarense.
El traslado masivo se considera una medida preventiva crucial para asegurar la estabilidad y la seguridad tanto de los presos como del personal que los custodia.
«Se trata de una acción estratégica que busca fortalecer el control y garantizar la operatividad en todos los centros penitenciarios del estado», enfatizó Loya.
Las autoridades han dejado claro que la evaluación de los centros carcelarios es un proceso continuo.
