El ex secretario general de gobierno Raymundo Romero Maldonado a través de una carta explicó y respondió el altercado que sostuvo días atrás en un conocido restaurante de la ciudad de Chihuahua, con el ex gobernador Javier Corral Jurado.
El ex funcionario estatal calificó al ex mandatario de «mentiroso» y victimizarse ahora que a nivel nacional ha pedido protección de la fuerza pública federal.
Textualmente la carta que llegó a la redacción de HBMNoticias, dice lo siguiente:
Partiendo de mentiras, como es su costumbre, Javier Corral Jurado publicó en redes sociales su versión del encuentro con un servidor, Raymundo Romero Maldonado, por quien dijo fue agredido verbal y físicamente.
Su narrativa fue victimizarse como suele hacerlo. Decirse perseguido como si fuera un personaje revolucionario de verdadero valor.
Escribió Corral también que yo, ex secretario General de Gobierno, fui procesado y sentenciado por actos de corrupción, acreditados y confesos.
Lo que no dijo Corral fue que nunca tuve un juicio ni una sentencia de quienes imparten justicia, quizá de lo que habla es de los juicios a priori que él hizo y hace en su cabeza convirtiéndose en juez y parte de las cosas que le resultan convenientes.
Se le olvidó a Corral que el Magistrado de la 5ª Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia en el Estado, Rafael Julián Quintana Ruíz, revocó el auto de vinculación a proceso y en su lugar dictó auto de NO vinculación a proceso a favor de mi persona, dejando sin efecto el primer mandato.
Se le olvidó también, que la Ley –la que sí se aplica en la realidad de quienes conocen y respetan el servicio público- obliga a esa misma autoridad a otorgar evidencias que documenten las decisiones judiciales, mismas que tengo en mi poder para demostrar que la palabrería del ex gobernante es solo eso: palabrería inútil emanada de una conciencia igualmente inútil.
La decisión del Magistrado se comunicó en su momento, a través de Claudia Cony Velarde Carrillo secretaria de acuerdos de la 5ª Sala Penal, al juez de Control con certificación y para los efectos legales a que hubiere lugar.
Ante esto, y con documentos en mano, la conducta de Javier Corral no solo resulta burda, cobarde y mentirosa, también ignorante de las leyes y los procesos de la justicia. Esto último es lo más preocupante porque Corral dice ser abogado y pretende continuar en el servicio público.
¿Qué puede esperar la ciudadanía de personajes cretinos como este? Nada bueno. En Chihuahua ya ha quedado claro. Los chihuahuenses lo padecieron durante cinco años y lo único que pedían era que se fuera de este estado donde NO nació y así está demostrado y confirmado por él mismo.
Le hace falta a Corral atención urgente, no por parte de la autoridad o de un grupo de seguridad especial que lo proteja, sino de un grupo médico interdisciplinario que atienda su salud mental para que enfrente los fantasmas que lo acosan y que no son más que su reflejo en el espejo que a él mismo le resulta imposible tolerar.
Finalizó la carta.
