La mantequilla ghee casera es una de las delicias saludables que está de moda. Mucho se habla de este elemento que puede convertirse en la base de un desayuno perfecto. La base de esta mantequilla es este alimento convencional que estará totalmente libre de agua.
Una especie de grasa concentrada a la que le atribuyen una serie de buenas propiedades que no podemos dejar escapar. Su origen está en la India, allí se preparaba con leche de búfala, al extenderse esta receta se ha acabado realizando con leche de vaca convencional. Si quieres prepararla en casa toma nota de todos sus beneficios y la forma de prepararla.
Beneficios para la salud de la mantequilla ghee
Fortalece el sistema inmunológico. En estos tiempos que corren este tipo de mantequilla gracias al ácido butírico que contiene nos ayudará a mantener nuestro sistema en plena forma, la podemos tomar sobre una tostada durante el desayuno.
Dicen que ayuda a curar las heridas más con rapidez, especialmente recomendable si has sufrido algún tipo de quemadura o ampolla. Es posible que no quede ninguna marca después de usar este elemento.
Algunos estudios la sitúan como uno de los mejores elementos para favorecer la memoria. Previene el Alzheimer y el Parkinson, además de ayudar a la concentración y al estudio.
Es un alimento perfecto para tratar el estreñimiento, el efecto laxante de esta mantequilla nos ayudará a mantener la regularidad en nuestro organismo.
Protege la piel al contener una gran cantidad de grasa. Este alimento es un antioxidante natural de gran valor nutricional.
Cómo prepara mantequilla ghee casera
Para empezar con esta receta necesitamos buscar en la tienda más cercana mantequilla de búfala, puede que no sea fácil o el precio sea un poco desorbitado. En ese caso, podemos optar por mantequilla de vaca o de cabra de buena calidad para conseguir un buen resultado.
- Directamente ponemos la mantequilla a calentar. En este proceso natural y sencillo el objetivo es que se evapore toda el agua para conseguir crear una mantequilla con toda la grasa, lista para untar una tostada o añadir al café.
- Veremos como aparecen unas burbujas que van dando paso a una mantequilla de color más intenso. Es importante estar muy pendiente de la mantequilla o de lo contrario se nos puede quemar o tostar demasiado.
- Cuando solo quede una capa de espuma por encima de la mantequilla, antes de que empiece a coger color será el momento de retirarla del fuego.
- Llega la hora de filtrarla podemos usar un colador muy fino, el objetivo es que no quede ninguna impureza solo los ingredientes principales. La mantequilla en estado puro que necesitamos en esta receta.
- Una vez escurrida la podemos poner en un tarro y guardarla en la nevera, estará siempre preparada para hacernos disfrutar al máximo de un desayuno o merienda muy especial.
- Este tipo de mantequilla está cada vez más presente en una gran variedad de tiendas ecológicas, lo ideal es que sea de buena calidad. De cabra o de vaca, el sabor es ligeramente distinto, pero merece la pena solo por las buenas propiedades que nos ofrece, el placer de probarla.