Esta organización de nuestros propios recuerdos en una sucesión está al mando de las denominadas «células de tiempo», unas neuronas ubicadas en el hipocampo, en el cerebro, que se activan al instante de generar o recobrar recuerdos.
Los accesorios identificó «poblaciones» de estas células de tiempo en los cerebros de 27 personas a medida que estas creaban y recuperaban recuerdos.
La existencia de estas células «llena un eslabón perdido: la memoria episódica trata sobre el entorno espacial y temporal, y estas células nos ayudan a entender cómo se hace el entorno espacio-temporal en el cerebro», incorpora Lynn, que no participó en el análisis.Los resultados de la averiguación fueron publicados en la revista especializada Proceedings of National Academy of Sciences (PNAS).
Las células de tiempo habían sido identificadas en roedores hace unos 10 años.
Para ver si los humanos además las tenían, los estudiosos implantaron microelectrodos en el cerebro de 27 pacientes con epilepsia de la Unidad de Monitoreo de la Epilepsia en el Instituto del Cerebro Peter O’Donnell, de la UTSW.
A dichos pacientes se les solicitó que leyeran una lista de 12 palabras a lo largo de 30 segundos, solucionar un diminuto problema matemático, y después intentar de rememorar la más grande porción viable de palabras de la lista a lo largo de otros 30 segundos.
Orden de lo que pasa
Al activarse, «estas células parecen realizar un papel exclusivo en el registro de en qué momento ocurren los eventos, lo cual posibilita que el cerebro marque de forma correcta el orden de lo que pasa», explica la UTSW.
Las células marcan la era en una forma que te posibilita juntar todos estos sucesos particulares en una forma que tengan sentido», explica Lega.
«A lo largo de años, los científicos habían postulado que las células de tiempo son como el pegamento que conserva juntos los recuerdos de los acontecimientos de nuestras propias vidas», indicó Lega en el reportado de la UTSW.
El creador primordial del análisis supone que ahora el siguiente paso para los estudiosos es comprender «cómo las células de tiempo cooperan con otro tipo de células del cerebro para representar las partes de información, para representar toda la memoria».
Otro asunto que debaten los científicos es «si estas células permanecen separadas de las células espaciales (células de «sitio») o si existe alguna superposición que provoca que haya células de ‘tiempo en el sitio'», dice la experta de la Universidad de Arizona a BBC Mundo.
