Guanajuato, Gto.- Suena aterrador, pero eso es exactamente lo que está en juego hoy en Guanajuato si se aprueba el proyecto de ley busca criminalizar las mal llamadas “terapias de conversión” o los “Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG)”.
Este proyecto de ley que busca criminalizar a padres, psicólogos, sacerdotes, maestros y cualquier persona que ofrezca orientación o acompañamiento a alguien que lo haya solicitado libremente.
Sí, así como lo lee. Esta ley pretende castigar con cárcel a quienes brinden ayuda psicológica, espiritual o educativa a personas que experimentan atracción al mismo sexo o confusión de género… aunque sea de forma voluntaria y con pleno consentimiento.
Bajo esta ley, todo acompañamiento que no afirme automáticamente una orientación homosexual o una identidad de género autopercibida será considerado un delito. Pero eso no es respeto. Eso es censura.
