Si hay un artículo que se ha vuelto necesario y obligatorio los últimos meses es el tapabocas para así poder evitar el contagio del Covid-19.
Sin embargo, a pesar de que sean de uso obligatorio para cumplir las normas de higiene y cuidado, una licenciada en química advierte sobre el mal uso de las mascarillas azules, las que venden en las farmacias, por la cantidad de bacterias que se alojan mientras se usan.
Conoce el por qué
La química y divulgadora científica española Deborah García, explica que el hecho de que una mascarilla quirúrgica proteja durante varias horas, no implica que debamos usarlas una hora por día.
“Protege cuatro horas seguidas, no las podemos dividir”.
Deborah, explica todos los microbiomas que se almacenan o acumulan en las mascarillas y tapabocas durante el uso.
“Nosotros tenemos microorganismos en la piel, en el sudor o en la saliva que se van acumulando en las mascarillas y entran en descomposición, convirtiéndose, como cualquier cosa que se descompone, en hongos y bacterias” aclaró la profesional.
Para hacer un poco más visual la situación, explicó con el siguiente ejemplo:
“Si tu vas al gimnasio con una camiseta, la sudas, ¿luego llegas a casa, la cuelgas y la usas otro día? Pues es lo mismos que con las mascarillas, para que sean efectivas, hay que renovarlas cada día”.
También ha enseñado cómo se acumulan esos microorganismos en esa prenda de vestir microscópicamente.
Así que García concluye que es importante usar las mascarillas por un tiempo establecido, no quitárselas y volver a usarlas.
Una vez se use la mascarilla debe botarse y cambiar por una nueva o limpia.
Asimismo, recomienda no desinfectar las mascarillas rociandolas con alcohol u otros desinfectantes, ya que según lo afirma “esto no compromete la eficacia de la mascarilla, principalmente por daños al material”.
“No te la juegues, cambia de mascarilla” concluye.
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