Los dientes crecen y registran información en forma de líneas de crecimiento, similares a los anillos de los árboles, que pueden ser leídos mediante técnicas histológicas. Combinando esa información con los datos químicos obtenidos con un espectrómetro de masas láser, en particular las concentraciones de estroncio, los científicos pudieron demostrar que los neandertales introducían alimentos sólidos en la dieta de sus hijos alrededor de los 5-6 meses de edad.
Alessia Nava (Universidad de Kent, Reino Unido), coautora del trabajo, dice: «El comienzo del destete se relaciona con la fisiología más que con los factores culturales. En los humanos modernos, de hecho, la primera introducción de alimentos sólidos se produce alrededor de los 6 meses de edad, cuando el niño necesita un suministro de alimentos más energéticos, y es compartida por culturas y sociedades muy diferentes. Ahora, sabemos que también los neandertales comenzaban a destetar a sus hijos cuando lo hacen los humanos modernos”
«En particular, en comparación con otros primates», indica Federico Lugli (Universidad de Bolonia), co-autor del trabajo, «es altamente concebible que la alta demanda energética del cerebro humano en crecimiento desencadene la temprana introducción de alimentos sólidos en la dieta infantil».
Los neandertales son nuestros primos más cercanos dentro del árbol evolutivo humano. Sin embargo, su ritmo de crecimiento y sus limitaciones metabólicas en los primeros años de vida son todavía muy debatidos en la literatura científica.
Según Stefano Benazzi (Universidad de Bolonia), co-autor principal, «los resultados de este trabajo implican demandas energéticas similares durante la primera infancia y un estrecho ritmo de crecimiento entre el Homo sapiens y los neandertales. En conjunto, estos factores sugieren posiblemente que los recién nacidos neandertales tenían un peso similar al de los neonatos humanos modernos, lo que apunta a una probable historia gestacional y ontogenia de vida temprana similares, y un intervalo entre nacimientos potencialmente más corto».
Además de su dieta y crecimiento tempranos, los científicos también reunieron datos sobre la movilidad regional de estos neandertales utilizando análisis de isótopos de estroncio en base al tiempo.
«Eran menos móviles de lo que anteriormente habían sugerido otros estudiosos», dice Wolfgang Müller (Universidad Goethe de Francfort), coautor principal. «La firma de isótopos de estroncio registrada en sus dientes indica de hecho que han pasado la mayor parte del tiempo cerca de su casa: esto refleja una plantilla mental muy moderna y un probable uso reflexivo de los recursos locales».
«A pesar del enfriamiento general durante el período de interés, el noreste de Italia ha sido casi siempre un lugar rico en alimentos, variabilidad ecológica y cuevas, lo que explica en última instancia la supervivencia de los neandertales en esta región hasta hace unos 45.000 años», dice Marco Peresani (Universidad de Ferrara), coautor y responsable de los hallazgos de las excavaciones arqueológicas en los yacimientos de De Nadale y Fumane.
Esta investigación añade una nueva pieza en las desconcertantes imágenes del Neandertal, una especie humana tan cercana a nosotros pero aun así tan enigmática. Específicamente, los investigadores excluyen que el pequeño tamaño de la población neandertal, derivado de anteriores análisis genéticos, fuera impulsado por diferencias en la edad de destete, y que otros factores bioculturales condujeron a su desaparición. Esto se investigará más a fondo en el marco del proyecto SUCCESS del ERC dirigido por Stefano Benazzi en la Universidad de Bolonia. (Fuente: NCYT Amazings)
