MÉXICO.- Sin intentar aclarar el origen del dinero con el que sus hijos llevan una vida de lujos y viajes sin tener un empleo o actividad económica que lo avale debidamente, Andrés Manuel López Obrador se limitó a defenderlos «a capa y espada» y pretendió conmover a los periodistas que se dieron cita a su conferencia «mañanera» del martes 14 de febrero.
Al finalizar su habitual ejercicio de difusión gubernamental, recordó la persecución política que supuestamente sufrió entre los años 1995 y 1996 (durante el sexenio de Ernesto Zedillo y el gobierno en Tabasco de Roberto Madrazo), cuando él y sus familia eran «espiados» e incluso eran vigilados con vehículos afuera de su domicilio y hasta «helicópteros del CISEN sobrevolaban encima de la casa».
Acongojado por recordar ese pasaje de su vida (y a punto de derramar una lágrima), AMLO agradeció el apoyo de 2 viejas amigas (una de ellas supuestamente periodista), quienes en una ocasión recogieron a sus hijos (al parecer de la escuela) para ponerlos a salvo ya que había una orden de aprensión en su contra «acusado de 11 delitos», así que este tipo de ataques es algo a lo que sus hijos ya están acostumbrados, dijo.
Finalmente, elevando su mirada, López Obrador agradeció al «Creador» porque sus hijos «se han portado bien» y no han salido «traidores» como el hijo que llegó a tener el héroe de la Independencia, «el cura» José María Morelos y Pavón, llamado Juan Nepomuceno quien «se pasó al lado de los Conservadores».
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