Unos investigadores han utilizado tecnología de vanguardia para formar minirriñones humanos mediante bioimpresión 3D en el laboratorio, abriendo el camino hacia nuevos tratamientos para la insuficiencia renal y quizá hacia trasplantes cultivados en laboratorio en un futuro no muy lejano.
El trabajo de investigación y desarrollo se ha dirigido desde el Instituto Murdoch de Investigación Pediátrica (MCRI) en Australia y desde la empresa de biotecnología Organovo, con sede en Estados Unidos.
Esta línea de investigación y desarrollo ha demostrado cómo la bioimpresión 3D empleando una “tinta” que contiene células madre vivas puede producir láminas suficientemente grandes del tejido renal necesario para los trasplantes. También ha permitido validar el uso de minirriñones humanos bioimpresos en 3D para predecir con precisión el nivel de toxicidad de los fármacos sobre los riñones humanos.
Al igual que cuando se extrae pasta de dientes de un tubo, la bioimpresión 3D basada en la extrusión utiliza una “biotinta” pastosa provista de células madre, extraída a través de una pipeta guiada por ordenador para sembrar el tejido vivo deseado sobre un soporte.
Melissa Little, del MCRI, que es una experta mundial en modelos del riñón humano, comenzó a cultivar organoides de riñón en 2015. Pero este nuevo método de bioimpresión es más rápido, más fiable y permite que todo el proceso pueda trabajar con cantidades más grandes de producto. La nueva técnica de bioimpresión 3D permite crear ahora unos 200 minirriñones en 10 minutos sin comprometer la calidad. Así se ha comprobado en el nuevo estudio.
Desde el tamaño de un grano de arroz hasta el de una uña, los minirriñones bioimpresos se asemejan en características a un riñón de tamaño normal, incluyendo los diminutos tubos y vasos sanguíneos que forman las estructuras filtrantes del órgano llamadas nefrones. (Fuente: NCYT de Amazings)