Hace unos días el Secretario de Educación en el estado, Javier González Mocken envió un ultimátum a los integrantes del magisterio de nivel básico en Chihuahua para que les advirtieran a los docentes que la vacunación en contra del Covid-19 será obligatoria para poder volver a clases presenciales, de lo contrario perderían su plaza como maestros y serían despedidos.
Son alrededor de 400 maestros de educación básica en Chihuahua los que se han negado en vacunarse ante los riesgos que podría causar en la salud la inmunización «anti-covid», en el corto, mediano y largo plazo, sobre todo porque como docentes saben que se trata de una vacuna experimental, que tardará años en conocer su impacto real, pero donde paradójicamente hay una presión por acelerar la inoculación, incluso en menores de edad y niños, con los riesgos que eso representa.
De manera tajante, González Mocken reiteró que aquellos maestros que no se hayan vacunado en lo que resta del año serán dados de baja del sistema de educación básica en el estado, aunque reconoció que aún tienen algunos días para llevarla a cabo y poder obtener el certificado que les permita volver a las clases presenciales en las aulas de Chihuahua.
Agregó que muchos maestros no se han vacunado por razones religiosas y también por cuestiones de salud, aunque en cualquiera de estas circunstancias los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (SEECH) les exigirán a los docentes que se vacunen para obtener su certificado y mantener sus derechos laborales.
A nivel nacional el presidente Andrés Manuel López Obrador ha aclarado en varias ocasiones que la vacunación es voluntaria y no obligatoria, sin embargo al parecer las circunstancias han cambiado y las nuevas disposiciones emitidas hacía los estados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), a cargo de la maestra Delfina Gómez, así lo hacen ver con estos nuevos requerimientos de carácter obligatorio.
