Los billones de microorganismos que habitan en el intestino, una colonia denominada microbioma y 10 veces superior en número al total de células de un cuerpo humano, son fundamentales para transformar (metabolizar) los componentes de la dieta en nutrientes y vitaminas esenciales para el funcionamiento de nuestras células.
Se han asociado a enfermedades de todo tipo, desde mentales a funcionales, aunque aún sigue abierta la controversia sobre si la mayor o menor presencia o las variaciones en la diversidad son causa o consecuencia de una patología.
Tampoco se ha determinado cuál es el microbioma saludable. Adriel Latorre-Pérez, director del departamento de genómica de Darwin Bioprospecting Excellence, afirma que “depende de muchos factores: edad, género, origen geográfico, dieta, peso, altura, hábitos alimenticios o condiciones médicas”. “Definir lo que es un microbioma sano”, añade, “implica estudiar la población de un país que comparte factores socioculturales”.
Ese primer paso se publica este miércoles en Scientific Reports, del grupo Nature, que recoge una investigación donde se analiza las características de la diversidad microbiana española.
En el estudio, Baleares ha arrojado los valores medios más bajos para las métricas de diversidad alfa (local), mientras que Navarra y La Rioja son las que presentan mayor riqueza.
También concluye la investigación que el número total de especies bacterianas aumenta con la edad, al contrario de lo que se creía, y que los hábitos alimenticios de los jóvenes y de los hombres se pueden considerar menos saludables que el de las mujeres, según su microbioma.
Manuel Porcar, investigador vinculado al Instituto de Biología Integrativa de Sistemas I2SysBio (Universitat de València-CSIC) y también a Darwin Bioprospecting Excellence, destaca cómo la falta de una referencia del microbioma de un país dificulta el conocimiento de estas bacterias y cuáles son los niveles que deben considerarse “normales”.
El mismo estudio de Scientific Reports resalta que los análisis en los ámbitos nacionales son “sorprendentemente bajos” y, en especial, en las zonas del Mediterráneo, donde, por el contrario, se registran índices de longevidad muy altos. No obstante, Latorre-Pérez advierte: “No se puede decir que un país tiene un microbioma intestinal más sano que otro, pero sí que es interesante investigar los marcadores microbianos que se asocian a una dieta más saludable, como es la mediterránea”.
