El Arzobispo de Tijuana ha decidido imponer un precepto penal al obispo Isidro Puente Ochoa por desobediencia y escándalo público.
El medio InfoVaticana ha tenido acceso en exclusiva a un documento firmado por el Arzobispo de Tijuana, Mons. Francisco Moreno Barrón, fechado el 15 de abril de 2025, en el que se impone un precepto penal al obispo Isidro Puente Ochoa por incurrir en múltiples faltas canónicas, desobediencia reiterada y conductas que han causado escándalo y división dentro de la Iglesia.
Empero hay que señalar que las declaraciones públicas de monseñor Isidro Puente han sido evidentes en condenar el modernismo dentro de la iglesia católica, y advertir el intento por desarticular sus seminarios.
En el documento, el Arzobispo detalla que desde septiembre de 2024 ha amonestado al sacerdote tanto de viva voz como por escrito, pidiéndole en varias ocasiones que reflexionara ante Dios y revisara sus publicaciones en redes sociales, por considerarlas dañinas para la comunión eclesial.
En febrero de 2025 se le exhortó a una «conversión sincera» y a reconocer el daño que sus palabras y acciones han causado a muchas personas dentro de la Iglesia. Sin embargo, según el propio arzobispo, las respuestas del sacerdote han sido ambiguas, sin mostrar verdadera contrición, y acompañadas de expresiones sarcásticas o declaraciones públicas que han reforzado su postura crítica hacia la jerarquía eclesiástica.
El detonante de este precepto penal fue, entre otros factores, la publicación de un video el pasado 5 de marzo, donde Isidro Puente mantiene una actitud desafiante hacia el Papa Francisco, los obispos y la autoridad eclesial.
En dicho video y en anteriores intervenciones, el sacerdote confirmó públicamente su adhesión a la Sociedad Sacerdotal Trento, que señalaba a ese momento hay sede vacante en Roma por todas las herejías que se impulsan, y manifestó su ruptura con el obispo diocesano, lo que constituye, según el canon 751 y 1364 §1, un acto cismático sancionado con excomunión automática.
Asimismo, se le imputa haber recibido una imposición de manos fuera de la plena comunión con la Iglesia, lo cual, de acuerdo con el canon 1381, representa un delito litúrgico. También ha promovido la fundación de un seminario no autorizado y ha cambiado unilateralmente el nombre de una congregación religiosa femenina de su fundación, pasando de “Religiosas Ecuménicas de Guadalupe” a “Religiosas Tridentinas de Guadalupe”, sin aprobación canónica. En sus publicaciones, ha llegado incluso a fomentar públicamente el odio y el desprecio hacia la Iglesia Católica y sus autoridades, según se expone en el documento.
El arzobispo mexicano también desmiente afirmaciones públicas de Puente Ochoa, quien aseguró haber llegado a un acuerdo con autoridades anteriores para reconocer una rama masculina de su comunidad y la fundación de un seminario. Dichas afirmaciones son calificadas como falsas y sin respaldo oficial, reiterando que el único seminario reconocido en Tijuana es el Diocesano, bajo autoridad del obispo.
Mientras se remite el caso a la Santa Sede para su evaluación, se han impuesto una serie de medidas disciplinarias inmediatas, que incluyen la prohibición de difundir mensajes que atenten contra la unidad de la Iglesia, el retiro de los videos publicados, la cancelación de su canal de YouTube y la restitución del nombre original de su comunidad religiosa. También se le exige una retractación pública y escrita, así como la aceptación de la supervisión de sus actividades por parte del obispo auxiliar Mons. Mario Nicolás Villanueva Arellano.
Este precepto penal, que entró en vigor el 15 de abril, podría ser el paso previo a sanciones más severas, incluyendo la pérdida del estado clerical si persiste el incumplimiento. La archidiócesis de Tijuana asegura que estas medidas buscan preservar la comunión eclesial, evitar escándalos y velar por la integridad del ministerio sacerdotal.
