QUINTANA ROO.- Una polémica propuesta, que hizo recordar la cita: “La religión es el opio del pueblo” publicada en 1844 por Kissel Mordekay (mejor conocido bajo el nombre de Karl Marx, fundador del Comunismo), fue presentada por un diputado de Quintana Roo del partido Movimiento de Regeneración Nacional, Edgar Humberto Gasca Arceo quien pretende reformar la Ley para la Prevención y el Tratamiento de las Adicciones en esa entidad, para que la religión sea considerada una adicción.
En su exposición de motivos el legislador señaló: “Consideradas como un problema de salud, las adicciones son enfermedades físicas y psico-emocionales o un trastorno debilitante que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación, las cuales se manifiestan de manera constante en el ser humano y que se han convertido en uno de los mayores peligros para la sociedad y las familias mexicanas.”
Para el diputado de Morena las adicciones no se limitan únicamente al consumo de productos químicos que pueden implicar algún daño en la persona que las ingiere, habiendo también conductas nocivas tanto para la misma persona como para su entorno más cercano.
En su iniciativa no explica a bien que se considera cómo religión. No hay una definición de lo que el legislador entiende por religión y mucho menos un razonamiento sobre si leer la Biblia diariamente convierte a alguien en un adicto o si hacer oración cada mañana un creyente ya ha rebasado la línea de lo legalmente permitido para no ser considerado como una persona con tendencias adictivas.
Sin mayor explicación de cómo una religión puede ser una adicción que daña a las personas, el diputado pretende catalogarla en el mismo espectro que el sexo, el juego y el internet. Lo que manifiesta una desconocimiento total de la conducta humana y sobre todo de la libertad de cultos que hay en México.
