Monitoreando el cosmos con un conjunto de radiotelescopios, un equipo internacional de científicos dirigido por la Universidad de Cornell ha detectado ráfagas de radio que emanan de la constelación de Boötes. La señal podría ser la primera emisión de radio obtenida de un planeta más allá de nuestro sistema solar.
El equipo, dirigido por el investigador postdoctoral de Cornell Jake D. Turner, Philippe Zarka del Observatoire de Paris – Universidad de Ciencias y Letras de París, y Jean-Mathias Griessmeier de la Universidad de Orléans, publicó sus resultados en la revista Astronomy & Astrophysics.
«Presentamos uno de los primeros indicios de detección de un exoplaneta a través de las ondas de radio», dijo Turner. «La señal proviene del sistema Tau Boötes, que contiene una estrella binaria y un exoplaneta. Abogamos por una emisión efectuada por el propio planeta. Por la fuerza y la polarización de la señal de radio y el campo magnético del planeta, es compatible con las predicciones teóricas».
Entre los co-autores se encuentra el asesor postdoctoral de Turner, Ray Jayawardhana, profesor de astronomía. «Si se confirma a través de observaciones de seguimiento», dijo Jayawardhana, «esta detección de radio abre una nueva ventana a los exoplanetas, dándonos una nueva forma de examinar mundos alienígenas que están a decenas de años luz de distancia».
Usando el Low Frequency Array (LOFAR), un radiotelescopio en los Países Bajos, Turner y sus colegas descubrieron ráfagas de emisión de un sistema estelar que alberga un llamado Júpiter caliente, un planeta gigante gaseoso que está muy cerca de su propio sol. El grupo también observó otros posibles candidatos de emisiones de radio por exoplanetas en el sistema de 55 Cancri (en la constelación de Cáncer) y en el Upsilon Andromedae. Solo el sistema de exoplanetas de Tau Boötes – a unos 51 años luz de distancia – exhibió una significativa firma de radio, una ventana potencial única en relación al campo magnético del planeta.
Observar el campo magnético de un exoplaneta ayuda a los astrónomos a descifrar sus propiedades interiores y atmosféricas, así como la física de las interacciones entre estrellas y planetas, dijo Turner, miembro del Instituto Carl Sagan de Cornell.
El campo magnético de la Tierra la protege de los peligros del viento solar, manteniendo el planeta habitable. «El campo magnético de los exoplanetas similares a la Tierra puede contribuir a su posible habitabilidad», dijo Turner, «protegiendo sus propias atmósferas del viento solar y de los rayos cósmicos, y protegiendo el planeta de la pérdida atmosférica».
Hace dos años, Turner y sus colegas examinaron la huella de emisión de radio de Júpiter y escalaron esas emisiones para imitar las posibles firmas de un distante exoplaneta similar a Júpiter. Esos resultados se convirtieron en la plantilla para buscar emisiones de radio de exoplanetas situados a entre 40 y 100 años luz de distancia.
Después de analizar casi 100 horas de observaciones de radio, los investigadores pudieron encontrar la esperada firma de un Júpiter caliente en Tau Boötes. «Aprendimos de nuestro propio Júpiter cómo es este tipo de detección. Fuimos a buscarla y la encontramos», dijo Turner.
La firma, sin embargo, es débil. «Queda la incertidumbre de que la señal de radio detectada sea del planeta. Es esencial realizar observaciones de seguimiento», dijo.
Turner y su equipo ya han comenzado una campaña usando múltiples radiotelescopios para seguir la señal procedente de Tau Boötes. (Fuente: NCYT Amazings)