El gobierno del Estado optó por dejar de aceptar dólares en todas las casetas de peaje de la entidad a partir del próximo mes, justo cuando “el billete verde” toma un mayor valor frente al peso.
A través de sendos avisos en lonas colocados en las casetas de cobro, la instancia encargada hace saber tal determinación a los conductores.
De acuerdo con datos del Banco de México al corte del lunes 24 de junio, el dólar se compró a 18.0325 pesos y se vendió a $18.0400, cuando en el mes anterior se cotizó a 17.0545 y 17.0590, respectivamente.
El mismo día del año anterior el dólar se compró a 17.1985 y vendió a 17.2050, no obstante, el año anterior se cotizó en 16.8955 a la compra y vendió a 16.9010.
Al cotizarse el dólar ahora por encima de las 18 unidades, la moneda mexicana registró hasta ayer una depreciación de 0.26 por ciento por divisa estadounidense, de acuerdo con datos de Bloomerg.
En Citibanamex, el dólar abrió este martes a 17.5700 a la compra y a 18.5700 a la venta, según datos del portal de la institución.
En un artículo sobre Bloomerg.com intitulado “el dominio del dólar, explicado”, explica que el dólar estadounidense es lo más parecido que existe a una moneda global. Es el método de pago elegido para más transacciones internacionales que cualquier otra moneda. Es la principal moneda de reserva para países de todo el mundo, ya sean amigos u hostiles. Decenas de países de todo el mundo vinculan a él el valor de su licitación local.
El dominio del dólar va de la mano del ascenso de Estados Unidos como superpotencia mundial tras la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, los inversores han dependido de los dólares –y de los activos denominados en ellos, como los bonos del Tesoro estadounidense para estar entre los mejores lugares para esconder riqueza, tanto en los buenos como en los malos tiempos.
El atractivo es el poder y la estabilidad inigualables del país. Estados Unidos no sólo posee el ejército más poderoso y la economía más grande del mundo, sino que también se rige por leyes en lugar de los caprichos de los gobernantes, lo que garantiza cierto grado de estabilidad política.
Otra ventaja: los activos denominados en dólares son tan abundantes que se encuentran entre los activos más “líquidos” del mundo, lo que significa que pueden comprarse y venderse fácilmente. La gente se apresura a adquirir dólares incluso cuando Estados Unidos está en apuros.
La moneda estadounidense gobierna, en parte, porque la economía estadounidense es enorme: es casi tan grande como la segunda China, la tercera Japón y la cuarta Alemania juntas. El peso económico de Estados Unidos también se ve reforzado por los mercados de capital más grandes y líquidos del mundo.
Los mercados bursátiles estadounidenses eclipsan a los de otros países y albergan a muchas de las empresas más ricas y de vanguardia del mundo.
Los mercados de bonos del país son aún más grandes: sólo el mercado del Tesoro estadounidense ha aumentado hasta alcanzar los 27 billones de dólares. Cuando las empresas necesitan recaudar efectivo, lo más probable es que recurran a los mercados estadounidenses, ya sea para vender acciones, emitir bonos o solicitar préstamos.
Los billetes de banco estadounidenses pueden tener impreso «In God We Trust», pero es la fortaleza de las instituciones estadounidenses lo que sustenta la fe de la gente en el dólar. Un Estado de derecho fuerte suele impedir el uso arbitrario del poder político, y las elecciones históricamente han sido libres y justas.
La Reserva Federal de Estados Unidos tiene un sólido historial de mantenimiento de su independencia, a diferencia de los bancos centrales de muchos otros países.
Y Estados Unidos es financieramente estable: es uno de los pocos países que nunca han incumplido el pago de su deuda ni han sido azotados por la hiperinflación. Estas cualidades hacen del dólar una atractiva reserva de valor y una de las apuestas más seguras cuando los mercados se vuelven locos.
