Se me ocurrió la idea de un impulsor; en otras palabras, una hélice encerrada por una carcasa en forma de anillo o tubo. Sin embargo, un motor convencional o de combustible estaba fuera de discusión”, dijo Salzmann.
De acuerdo al piloto, desde un principio tuvo claro en mente que quería un motor eléctrico.
La sostenibilidad es muy importante para mí y algo con lo que trato de vivir mi vida diaria. Disfruto de la naturaleza desde el aire y en el suelo, por eso mi objetivo es seguir constantemente el camino de la sostenibilidad, incluso cuando se trata de movilidad”
El traje eléctrico tiene una unidad de vuelo con dos hélices de carbono revestidas, las cuales tiene una potencia de 7,5 kW, una velocidad de alrededor de 25,000 rpm, lo que genera una potencia total de 15 kW durante aproximadamente 5 minutos.
Es en caída libre cuando alcanza los 300 km/h, a diferencia de los trajes de alas convencionales que no superan los 100 km/h.
Entra el surgimiento de la idea y la primera prueba realizada en el Centro de Pruebas Aerodinámicas de BMW Group en Munich, pasaron tres años. Y para el vuelo inaugural del traje se lanzó a Salzmann a una altura de 3 mil metros desde un helicóptero.
