EUA.- Los avispones asiáticos gigantes han comenzado a invadir los Estados Unidos de América y ha encendido las alarmas de la comunidad científica. Estos insectos pueden costarle a la economía estadounidense millones de dólares al año, en un momento en el que se ya encuentra de por sí ya golpeada por la emergencia sanitaria del COVID-19.
Los insectos, que pueden matar con una sola picadura, podrían tener un impacto devastador en la población ya menguante de abejas en Estados Unidos, relató en una publicación el diario The New York Times.
Se trata de una especie que nunca había sido detectada en Norteamérica. Sin embargo, desde noviembre de 2019 se han reportado distintos avistamientos en la costa oeste del continente, concretamente en el estado de Washington.
Con varias décadas de apicultura, Ted McFall nunca había visto algo así, dijo en entrevista con el diario estadounidense. Mientras levantaba su camioneta para ver a un grupo de colmenas cerca de Custer, Washington, en noviembre, pudo ver desde la ventana un desastre de abejas muertas en el suelo.
Mientras miraba más de cerca, el apicultor se percató que una carnicería había sucedido adentro de la colmena: miles y miles de abejas con las cabezas arrancadas, pero sin signos de quién era el responsable.
Solo más tarde llegó a sospechar que el asesino era lo que algunos investigadores y científicos simplemente llaman el «avispón asesino».
Los avispones gigantes asiáticos pueden usar mandíbulas con forma de aletas de tiburón para eliminar una colmena de abejas en cuestión de horas, decapitando a las abejas y volando con los tórax para alimentar a sus crías, describe el New York Times.
El potente veneno y el aguijón del avispón -explica el NYT- son lo suficientemente largos como para perforar un traje de apicultura, crean una combinación insoportable que las víctimas han comparado con el metal caliente que penetra en su piel. En Japón, los avispones matan hasta 50 personas al año.
Ted McFall no está seguro aún de que los avispones gigantes asiáticos fueran responsables del saqueo de su colmena. Pero dos de los insectos depredadores fueron descubiertos el otoño pasado en el noroeste de Washington, a unas pocas millas al norte de su propiedad.
Desde entonces -explica el diario- los científicos se han embarcado en una búsqueda a gran escala de los avispones, preocupados de que los invasores puedan diezmar las poblaciones de abejas en Estados Unidos y establecer una presencia tan profunda que se pierda toda esperanza de erradicación.
«Esta es nuestra ventana para evitar que se establezca», dijo Chris Looney, entomólogo del Departamento de Agricultura del Estado de Washington. «Si no podemos hacerlo en los próximos años, probablemente no se pueda hacer nada».
Los expertos ahora advierten que la especie comenzará a enjambrar en primavera, ya que el ciclo de vida del avispón comienza en abril, de ahí la preocupación.
Hasta ahora, la destrucción de nidos es la forma más efectiva de combatir la invasión, pero los especialistas dicen que no es suficiente para matar a esta nueva especie invasora.
Avispón asesino pelea con ratón hasta matarlo
El triste final de un ratón quedó grabado en un video que registró los momentos en los que un «avispón asesino» lo atacó y picó en diversas ocasiones hasta provocarle la muerte.
En la imágenes que duran poco menos de un minuto, se aprecia cómo el insecto de aproximadamente cinco centímetros se aferra a su víctima que, pese a los esfuerzos, no logra zafarse de las patas y dientes de su atacante. Y es que, esta especie cuyo nombre científico es ‘vespa mandarinia‘, se vale de sus puntiagudas mandíbulas para morder y destruir.
No es muy común que un insecto pueda matar a un mamífero que lo supera en tamaño, pero los avispones asesinos poseen un poderoso veneno que podría ser mortal para muchas especies, incluidos los humanos; reportes informan que en Japón mueren hasta 50 adultos al año por picaduras de estos animales.
Las principales víctimas de la vespa mandarinia son las abejas, pues es bien sabido que suelen atacar panales melíferos al final del verano, lo que además, afecta a muchos sembradíos que dependen de ellas para prosperar.