La mañana de este miércoles en una ceremonia simbólica México recibió 34 piezas prehispánicas devueltas de manera voluntaria a partir de dos colecciones que estaban en custodia de distintas familias residentes en Alemania, una de ellas en la ciudad de Recklinghausen, en el estado de Nordrhein-Westfalen, integrada por seis bienes patrimoniales mexicanos, y la segunda de Monheim am Rhein, en el mismo estado, compuesta por 28 objetos arqueológicos.
La repatriación se realizó, como establece el protocolario, a través de la Embajada de México en Alemania, cuyo titular, Rogelio Granguillhome, encabezó el acto acompañado por los secretarios de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el antropólogo Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La secretaria Frausto Guerrero informó en el acto que la administración federal actual ha repatriado un total de 5,374 piezas. Por su parte, el director del INAH detalló que desde Alemania se han recuperado más de 60 piezas arqueológicas, que se suman a las ahora restituidas.
“Este es un ejemplo de cómo el respeto a la diversidad cultural de México, el fomento a la que es nuestra mayor riqueza puede dar resultados. Los pueblos de Alemania y México dan ejemplo de que el patrimonio cultural nos une y el diálogo respetuoso entre las naciones a partir de su cultura construye diferentes mapas que normalmente se veían desde (la perspectiva) de una cultura dominante a otra”, indicó la funcionaria.
Prieto Hernández declaró que “con Alemania hemos tenido un diálogo abierto en donde, paulatinamente, han ido entendiendo y han ayudado a sensibilizar a su población. Por eso ahora somos testigos de estas generosas devoluciones (…) el tráfico ilícito es un flagelo que ha afectado a muchos países, sobre todo a los que provenimos de una historia de colonización”.
El canciller mexicano agradeció al gobierno alemán por la sensibilidad e instó a ampliar los esfuerzos para la recuperación de piezas patrimoniales en otras naciones a través de la diplomacia cultural. “Muchas de las piezas que están en Europa son fruto del saqueo o de adquisiciones muy dudosas, la mayor parte de ellas ilícitas”.
