La bancada de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador va por la revancha para sacar la aprobación de la “megareforma” a 29 artículos de la Constitución, que entre otros temas, reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo y la autonomía reproductiva, la cual fue frenada en abril pasado por la presión de las iglesias de distintas religiones y ante la polarización de los recientes comicios federales.
El diputado Ignacio Mier Velazco, quien nuevamente fue electo coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, anticipó que al arrancar las sesiones ordinarias en septiembre próximo buscarán los consensos con las fuerzas políticas para descongelar la propuesta de reforma, cuyo dictamen fue emitido por la Comisión de Puntos Constitucionales el 11 de marzo pasado.
“Nosotros la tenemos como una prioridad, pero vamos por crear primero las condiciones de apoyo (de las bancadas), que haya una visión más progresista y más de respeto al libre desarrollo de la personalidad”, dijo.
Dicho dictamen fue construido con 50 iniciativas de todos los partidos y avanzó a la Mesa Directiva con 19 votos a favor, cuatro en contra y cuatro abstenciones; el PRI emitió voto dividido y el PAN en contra.
Mier validó los desacuerdos, pero calificó necesario lograr consensos porque, dijo, “los cambios legales también van por garantizar la igualdad sustantiva y el derechos de las mujeres al libre desarrollo de la personalidad y de su cuerpo”.
Los 32 Consejos Interreligiosos Estatales, integrados por líderes de las religiones desde como católica, mormona y hasta musulmana, armaron un bloque para contactar en sus entidades a cada uno de los 500 diputados federales a fin impedir la discusión del dictamen en el Pleno.
Por ejemplo, el presidente del Consejo Interreligioso de Tabasco, Javier Ramírez Martínez, explicó que exigen no discutir en paquete las reformas sino en lo individual, pues están a favor de iniciativas con causas legítimas de las mujeres, pero en contra de la autonomía reproductiva que “empuja la legalización del aborto” o del matrimonio entre personas del mismo sexo.
La presión del sector religioso, e incluso “acoso” contra legisladores, logró su cometido, reconoció la diputada Aleida Alavez Ruiz, perfilada a ser la candidata para la vicecoordinación de Morena y actual presidenta de la citada comisión.
Además, dijo, se frenó su discusión por factores como la falta de voluntad política en la Mesa Directiva para programar su discusión en el Pleno y se atravesó la polarización de la jornada electoral.
Entre los grandes pendientes, dijo Aleida, está “el debate sobre la interrupción legal del embarazo (aborto) que ha estado congelado en esta Legislatura de la paridad, y que nosotros necesitamos empujarlo como uno de nuestros temas más importantes”.
Y es que aunque el sector religioso acusa que la autonomía reproductiva es la puerta a legalizar el aborto a nivel nacional, el dictamen lo rechaza. Señala que en este punto solo se busca dotar de claridad el derecho a decidir libremente sobre el número de hijos o a no tenerlos.
Sobre el diálogo con el sector religioso, la legisladora aclaró que el Congreso tiene abierta la dinámica de parlamento abierto, aunque, dijo “las posturas en contra son completamente cerradas y hasta dogmáticas, no hay diálogo con los sectores religiosos”.
La morenista resalta que la reforma aborda y se apega al cumplimiento de tratados internacionales para avanzar en los derechos humanos
Los Consejos Interreligiosos Estatales también acusan que se busca “imponer desde la Constitución la Confusión de Género”.
Con información de El Heraldo de México y HBM Noticias.com
