El estado debe implementar mecanismos de agricultura regenerativa, como alternativa sostenible para sus habitantes y el impulso al desarrollo rural del estado, señaló el diputado local Omar Bazán Flores.
Una política que abone en este sentido, no solo contribuirá a la conservación ambiental sino a fortalecer la seguridad alimentaria y contribuir al crecimiento de las comunidades rurales, dijo el legislador priista.
Si impulsamos paulatinamente este modelo, tendremos un impacto para mitigar la demanda de alimentos gracias al trabajo colaborativo de toda la cadena de suministro.
En el estado, esta iniciativa puede beneficiar a los agricultores al ofrecerles métodos de cultivo más sostenibles que promuevan la productividad a largo plazo y reduzcan la dependencia de insumos externos como fertilizantes químicos y pesticidas.
El fomento de la agricultura regenerativa puede generar oportunidades económicas para las comunidades y puede ayudar a reducir la migración rural-urbana al ofrecer opciones de empleo y desarrollo económico en las zonas rurales.
Para impulsar la agricultura regenerativa en el Estado, es necesario implementar políticas públicas que apoyen a los agricultores en la adopción de prácticas sostenibles, brindar capacitación y asistencia técnica, promover la investigación e innovación en este ámbito, y facilitar el acceso a financiamiento y mercados para los productos agroecológicos.
Algunos de los principios fundamentales de la agricultura regenerativa incluyen:
Salud del suelo:
Priorizar prácticas que promuevan la salud del suelo, como la agricultura sin labranza, la rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos y el manejo adecuado de la cobertura vegetal.
Biodiversidad:
Fomentar la diversidad de cultivos y especies en los sistemas agrícolas para aumentar la resiliencia ante plagas, enfermedades y condiciones climáticas adversas.
Captura de carbono:
Implementar prácticas que aumenten la captura de carbono en el suelo, como la siembra directa, la agroforestería y el pastoreo regenerativo.
Conservación del agua:
Adoptar técnicas de conservación del agua, como el riego eficiente, la captación de agua de lluvia, la construcción de terrazas y la restauración de cuencas hidrográficas.
Bienestar animal: Promover prácticas agrícolas que respeten el bienestar y comportamiento natural de los animales, como el pastoreo rotativo, el acceso a pasturas y la eliminación de hormonas y antibióticos en la alimentación animal.
Generación de empleo y desarrollo rural: La transición hacia la agricultura regenerativa puede crear oportunidades de empleo en el sector agrícola y estimular el desarrollo económico en las comunidades rurales de Chihuahua.
En los últimos años, en la búsqueda por regresar la salud al suelo se han desarrollado prácticas sostenibles que permiten disminuir los efectos de la agricultura convencional en el medio ambiente y “regenerar al campo”, logrando así recuperar la biodiversidad, incrementar la actividad microbiana, capturar carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estas prácticas no serían posibles sin el compromiso de los agricultores y empresas para crear sistemas agrícolas más resilientes y regenerativos.
