El desempeño de las finanzas públicas en 2023 y lo previsto en el Paquete Económico 2024 no aseguran la estabilidad fiscal en el futuro, ni garantizan los derechos de los ciudadanos en el presente, coincidieron especialistas del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C, México Evalúa y México ¿Cómo Vamos?
Precisan en un estudio conjunto, que, aunque la recaudación tributaria ha llegado a máximos históricos, no ha sido suficiente para compensar la reducción de los ingresos petroleros y, como consecuencia, se han hecho recortes discrecionales a sectores vitales como la salud pública, la educación y la seguridad.
Con todo, no se ha podido limitar el endeudamiento creciente, el cual podría volverse insostenible en el mediano plazo, advierten los analistas.
Adicionalmente, por primera vez el gasto federalizado –la bolsa de recursos que se transfiere a gobiernos locales– decrece conforme avanza el sexenio.
Informaron que, durante el 2023, los ingresos crecieron, pero no lo suficiente, porque al cierre del año pasado, la captación del sector público llegó a 7.04 billones de pesos, un aumento de 1% (71 mil millones de pesos –mmdp–), en términos reales, frente a lo logrado en 2022, pero se quedaron 1.2% (84 mmdp) por debajo de la meta. El segundo mayor retraso del sexenio.
Detallaron que, en los últimos 20 años, sólo en 2020, en el contexto de la pandemia de covid-19, los ingresos totales se habían quedado por debajo del objetivo en 3.3% (221 mmdp).
Ante los menores ingresos públicos, se han aplicado recortes discrecionales al gasto público, vulnerando las oportunidades de desarrollo de las familias y la calidad de vida de la población.
Como reacción a la menor recaudación respecto de lo anticipado, el Gobierno recortó el gasto programado, aseguraron los analistas de IMCO, México Evalúa y México ¿Cómo Vamos?.
Indicaron que, al cierre de diciembre de 2023, el gasto neto del sector público llegó a 8.1 billones de pesos, un incremento de 1.8% (147 mmdp) frente a 2022, o de 13% (911 mmdp) respecto de 2018, pero se quedó corta respecto al programa en 2.2% (180.8 mmdp).
Las medidas de austeridad fueron aplicadas sin planeación entre las distintas dependencias y organismos públicos, y sin considerar las necesidades de la población ni las afectaciones que pudieran tener en la calidad de nuestra democracia.
De los 10 Ramos Autónomos, siete cerraron 2023 con recortes en su gasto aprobado. El mayor recorte se dio en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la cual erogó 1.6 mmdp, 11.3% (203 mdp) menos de lo aprobado.
Uno de los sectores más perjudicados fue el gasto funcional en salud, el cual ascendió a 808 mmdp en 2023, una caída de 3.4% (28 mmdp) frente al ejercido en 2022. La razón del retroceso es que los distintos sistemas del sector público federal dejaron de gastar en su conjunto 6.9% o 60 mmdp de los 868.1 mmdp aprobados para el año.
Se trata del mayor recorte al gasto en salud registrado en los últimos 20 años tanto en porcentaje como en magnitud total.
También la Secretaría de Salud (SSA) sufrió un recorte de 49.5% (103.8 mmdp) frente al calendario aprobado. Si bien este recorte está relacionado con la transición del Insabi al IMSS-Bienestar, el gasto adicional de esta nueva institución de salud fue de 48.2 mmdp, con lo cual no se compensa ni la mitad del recorte a la SSA, y posiblemente siga dejando sin servicios de salud a millones de mexicanos.
Otra dependencia castigada fue Pemex, la cual debía erogar 678.4 mmdp, pero se quedó 15% por debajo de ese monto (102 mmdp). La mayoría de los recortes se deben a una reducción de la inversión física programada, con lo cual se pierde la oportunidad de una mejora productiva de la empresa y aumenta la probabilidad de una mayor insolvencia financiera de la petrolera hacia el futuro.
En 2023, el gasto federalizado fue de 2.4 billones de pesos, 2.8% (69 mmdp) menos que en 2018. Preocupa que las entidades tengan necesidades crecientes, pero menos recursos. Destacan las Participaciones Federales, las cuales llegaron a 1.1 billones de pesos, pero se quedaron 5.9% (71.5 mmdp) por debajo del programa, debido a los retrasos en la recaudación tributaria y petrolera.
Finalmente, indican que, la inversión física sufrió en 2023 un recorte de 10.2% (100 mmdp) frente a 2022 y se colocó en 886 mmdp. Destaca negativamente que el avance de la inversión física fue de sólo 79.5% del programa aprobado, el más bajo en más de una década. En total, se dejó de gastar 20.5% de lo programado para inversión, equivalente a 228 mmdp.
Manuel Quezada / HBMNoticias
