La Federación Mexicana de Futbol ha sido multada otra vez por actos discriminatorios y la Selección Mexicana lo pagará.
La FIFA dio a conocer las sanciones disciplinarias por los encuentros de eliminatoria Mundialista de los meses pasados, y de nueva cuenta hay sanción con multa y con veto.
Los dos siguientes juegos de representativo mexicano se realizarán sin gente y además de deberán pagar 100 mil francos suizos, casi 110 mil dólares, debido a, dice el comunicado:
«Discriminación (comportamiento discriminatorio por apoyo)».
Esto por los juegos de local en contra de Canadá y Honduras, realizados el 8 y 10 de octubre respectivamente.
Esto se deberá pagar, si es que no hay alguna protesta de la FMF, para los duelos de eliminatoria contra Costa Rica del 30 de enero y Panamá del 2 de febrero del próximo año.
México ya había pagado un juego a puerta cerrada, frente a Jamaica, por la misma razón, al inicio de la eliminatoria, pero el segundo le fue perdonado por la apelación que puso la FMF.
¿Y COMO NACIÓ EL POLÉMICO GRITO EN LAS TRIBUNAS?
“El futbol debe estar libre de putos. De los putos protocolos que pretenden convertir al estadio en un Foro Económico de Davos. De los putos que se dan golpes de pecho juzgando el comportamiento de una sociedad en un Estadio. Si se prohíbe decir puto, se tendría que prohibir la difamación que para el árbitro significa ser culero o ratero. También debería castigarse cuando se exige la salida de un técnico en un linchamiento público. Tendrían que prohibirse los apodos. No más negros, monitos, cepillos y piojos. No más titulares beligerantes. Nunca más una guerra en la cancha, un cañonazo desde la media luna ni una diagonal de la muerte.”
-Carmen Aristegui.
Esta palabra, comúnmente gritada por la afición al portero segundos durante un saque de meta, ha ocasionado una gran controversia en nuestro país, una vez que la FIFA dictaminó una sanción de millón y medio de pesos y veto de dos partidos locales de nuestra Selección Nacional en la eliminatoria mundialista rumbo a Qatar 2022. Además, FIFA lanzó el ultimátum de que si se repite este grito homofóbico, México no asistiría al Mundial del próximo año.
La palabra puto es de uso corriente en nuestro país, pertenece al lenguaje popular que le ha dado diferentes connotaciones, por ejemplo en el Estado de Oaxaca significa chillón y es común que una madre de familia la utilice cuando reprende a su hijo por llorar o estar necio diciéndole “muchacho puto’’ para que deje de chillar.
En esa misma entidad se forma una exclamación con tres letras de esta palabra para expresar “¡Utamadre qué parió!” cuando hay sorpresa. Para FIFA pronunciarla en un estadio representa una conducta antideportiva, y como tal debe ser castigada.
La periodista Carmen Aristegui escribió en días pasados el artículo denominado “La FIFA da ultimátum a México’’, en el que expone: “Ser puto es inevitable. Va más allá de la FIFA. Le llamamos puto por cariño a nuestro mejor amigo. Le decimos puto por coraje al que pretende robarnos a una mujer. Le gritamos puto al que nos hace enojar. Nos burlamos del puto que le da miedo. Nos reímos confesando que nos vimos muy putos cuando no nos atrevimos a hacer algo. Es puto el que rompe las letras de Molotov. Es puto el que tiene suerte. Puto el que nos gana. Puto el que lo lee. En México todos somos putos, aunque sea en una de esas acepciones’’.
Añade: “Puto es sinónimo de lo que el mexicano quiera. Es el equivalente a “güey’’, pero con más confianza o más enojo. Lo usamos diario, tanto que para la FIFA somos homofóbicos hasta con las cosas. Puto teléfono, puto carro, puto control, puto balón. También con los imponderables. Puto sol, puto tráfico, puto granizo, puto desmadre. Está arraigado en nuestra cultura. Lo decimos sin pensar en un hombre penetrando a otro. Es más, a ellos no se lo decimos, al menos en su cara. Se nos ha educado para ser respetuosos cuando detectamos a un gay entre nosotros. Salvo que sea nuestro amigo, porque entonces cabe. Y es posible que él también nos diga puto sin que ello implique la posibilidad de acabar en la cama. Vivimos en un país de putos’’.
Considera Aristegui que si le hacemos caso a la FIFA, el futbol tendría que estar prohibido. El Mundial segrega y fomenta el nacionalismo. Miles de turistas viajan esperando que su puto país se chingue a otro.
Por su parte, Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, declaró en días pasados que la FIFA podría sancionar a la Femexfut con quitarle la sede compartida junto a Canadá y Estados Unidos para el Mundial del 2026 si se siguen presentando los gritos discriminatorios en los partidos del Tricolor.
