A raíz de la muerte del papa Francisco, se convocará en Roma a un cónclave para elegir a su sucesor.
De los actuales 252 miembros del Colegio Cardenalicio, solamente 138 cardenales pueden votar y ser votados, ya que tienen menos de 80 años de edad.
De los seis cardenales de México, dos participarían en las reuniones a puerta cerrada en la Capilla Sixtina, por lo que además de votar por el próximo pontífice, también son elegibles para dicho cargo.
Se trata de Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara. Este último participó en el cónclave de 2013 en el que resultó electo el argentino Jorge Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI.
En aquella ocasión también participaron Norberto Rivera Carrera, quien era arzobispo primado de México y actualmente tiene 82 años; y Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara, de 91 años.
Para Aguiar Retes, quien fue nombrado cardenal por el papa Francisco en 2016, sería su primer cónclave. Además, sería el único de los cuatro purpurados mexicanos nombrados por el actual pontífice que podría participar. Los otros son Sergio Obeso Rivera, fallecido en 2018; Alberto Suárez Inda, de 86 años de edad y Felipe Arizmendi Esquivel, de 84.
Entre las reglas del cónclave se establecen las siguientes:
El Papa deberá ser elegido con un mínimo de dos tercios de los votos de los cardenales electores (los menores de 80 años).
El proceso ocurre en varias sesiones. Una vez que culmina una votación, se realiza la quema de las papeletas.
Si se cumple con el número de votos, hay un sucesor y se anuncia con el humo blanco.
Si no se alcanzan los votos requeridos, saldrá humo negro.
Con información de Agencias.
